Los recuerdos son importantes puesto que forman parte de la experiencia de vida de cada persona. Sin embargo, alguna vez te has parado realmente a pensar en cuál es tu primer recuerdo al respecto de algo. En Ainkaren nos hemos hecho esta pregunta y hemos decidido trasladarla a la infancia, más concretamente a la infancia en el verano. Seguramente al pensar en tu primer recuerdo veraniego se te vengan varios a la mente, pero seguro tienes uno que por alguna razón se te quedó grabado a fuego.
Una usuaria de Twitter nos contó, por ejemplo, que uno de los primeros recuerdos que conserva del verano tiene a una avispa como protagonista. Quizás no fuera su primer recuerdo, pero si uno que marcó su infancia. Esta usuaria nos relataba divertida como la aparición repentina de una avispa la había obligado a lanzarse al agua, sin ella saber nadar, en un intento de huir del molesto insecto. Se podría decir que hoy tiene que agradecerle a esa avispa por el empujoncito. jeje
Una servidora tiene dos recuerdos muy concretos del verano. El primero tiene que ver con la arena. La detestaba. Mejor dicho, detestaba la arena mojada sobre mi piel. Recuerdo estar llorando en la toalla porque tenía los pies llenos de arena y tras cada baño mi padre me tenía que llevar en brazos hasta una toalla seca. Una vez en la toalla seguía llorando con el pie que tuviera lleno de arena fuera de la toalla. Tengo la instantánea en la cabeza y cada vez que me acuerdo me hace llorar de la risa. Ahora la arena me encanta y la disfruto mucho, pero entonces no soportaba que se me quedara pegada en el cuerpo.
Otro recuerdo fue durante unas vacaciones a Tenerife con mis padres. Les apenará mucho saber que de ese viaje todo lo que recuerdo es ese coche de juguete que se quedó por siempre olvidado en la cuna del hotel y por el que mi yo de 5 años seguirá llorando desconsolada. También recuerdo a mi amiga Jasmine, una niña que conocí en el hotel en el que me estaba quedando con mi familia y con la que solía jugar en la piscina. Ya no recuerdo su rostro, pero si recuerdo pensar que tenía el nombre más divino del mundo, pues me recordaba a la princesa Jasmine de Aladdin. Hoy pienso que quizás me estuviera tomando el pelo.
También nos llega el relato de otra usuaria que nos cuenta que la primera vez que fue al mar se pensaba que era una piscina muy, muy grande. No es de extrañar que en una de sus primeras zambullidas se diera cuenta de su error de inmediato. El agua salada fue todo un descubrimiento para ella e intuimos que no demasiado agradable.
Hay imágenes pero también frases que podemos recordar con gran facilidad de nuestra infancia. Nuestra querida Susana nos recuerda la frase «¡Qué ganas tengo de que empecéis el colegio!», frase que le decía su madre cada verano. Para ser sinceros, no creo que haya nadie que no haya escuchado esta frase alguna vez en su vida. Ahora, con varios años a nuestras espaldas, comprendemos a esos padres y entendemos ese deseo loco que tenían de que volviéramos al cole.
Si tú también tienes algún recuerdo divertido puedes compartírnoslo bajo el hashtag #AinkarenRecuerda.